Las instalaciones eléctricas deben ser adecuadas para evitar averías eléctricas, cortocircuitos, incendios, o cualquier otro tipo de incidencia, y suministrar la energía de una forma segura y eficiente.
El trabajo del electricista y el mantenimiento eléctrico es vital para evitar posibles averías y hacer que la instalación eléctrica dure mucho años con un mínimo de condiciones de seguridad.